Porque eso fue fundamental para asegurar la calidad de los datos que se estaban recolectando. En el proceso de recolección la información de nombre completo permite ordenar la aplicación de un cuestionario. Así, al momento de realizar las preguntas de cada persona en el censo, se podía saber sobre quién se estaba haciendo la consulta mientras se desarrollaba la entrevista.
El INE ha consultado los nombres y los apellidos de las personas en los Censos de Población y Vivienda por lo menos desde el año 1952.