La información que emana de un censo puede utilizarse en diversas políticas públicas y privadas. A modo de ejemplo:

  • Políticas sanitarias: estimar la cantidad de vacunas y cómo distribuirlas, y para saber dónde ubicar servicios específicos de acuerdo con la población, como consultorios, instituciones pediátricas o geriátricas, entre otros.
  • Subsidios y subvenciones: calcular los subsidios del fondo solidario de vivienda y las subvenciones escolares, entre otros.
  • Atender necesidades comunales: entrega información sobre los cambios de la población y su dinámica, lo que ayuda a actualizar las necesidades de las ciudades, pueblos o aldeas. Por ejemplo: servicios como transporte, salud, educación, etc.
  • Vivienda: conocer el déficit habitacional, el que corresponde a una medida de los requerimientos de nuevas viviendas en el país.
  • Migración: conocer el movimiento de personas y caracterizar a los migrantes, información necesaria para las políticas migratorias.
  • Servicios sociales: conocer la distribución geográfica de la población por edad y sexo, información útil para planificar la ubicación de entidades económicas y servicios sociales.
  • Sector privado: realizar un análisis de mercado más preciso, con el objetivo de identificar áreas geográficas con mayor concentración del público objetivo, lo que permite enfocar los esfuerzos de ventas y establecer ubicaciones estratégicas para los negocios.